sábado, 31 de marzo de 2012

Carlos López Dzur, la ecoliteratura y la sustentabilidad


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Carlos López Dzur
TEXTOS SUELTOS y LIBROS
De Teoría de la sustentabilidad

ECOLITERATURA Y SUSTENTABILIDAD


Para el escritor y poeta Carlos López Dzur su adhesión y simpatía por el Movimiento Ecologista o Verde es mucho más que un tema literario o deseo estético por afán de ver más áreas verdes y menos la profusión de arrabales o ciudades de hierro y hormigón armado. «Aunque la protección ambientalista debe incluir todos los paisajes, lo que hacemos en las ciudades en nombre del dizque 'progreso urbano', en realidad, es ecocidio sistemático», dice en La Naranja, su bitácora noticiosa y comunitaria.

De sus libros y textos publicados se desprende que ha entendido que, con tal movimiento de conciencia ecológica, se satisface una necesidad humana, salud. A dar visibilidad a ese movimiento, desde los años '50, se añadió el planteamiento originador, que el ser humano debe vivir en equilibrio con los ecosistemas naturales para evitar el daño a las fuentes de la que se alimenta, se da asueto y experiencias lúdicas, en espacios abiertos y se provee de los materiales con los que construye. El ecologismo concierne al uso para consumo de animales de los que se hace captura y caza por lo que no debe provocar el punto de su extinción como especies ya que pesca; la ecología concierne a esos mares y al no contaminarlos. Metafóricamente él reclama, en conjunto, las aguas de todos los cuerpos como si se tratara de sagradas madres e hijas. Son las sacerdotisas mayores, junto a ríos y manantiales, a las que debe escucharse. En La Mar, Sacerdotisa hilvana su ecología profunda: El mar es masa-ventral y morada de todo poema y anhelo de ser. El creador, poeta ecológico, será sólo co-partícipe en la Gran Misa que articula el canto de las aguas-mensajeras y protonáuticas:

A la mar, protón de la canción
que la vida comunica, deltas sobran.
En su morada, los poemas descansan,
protocráticos reyes del silencio.
Su discurso es el sistema melódico
del habla, porque protonauta es el agua,
mensajera y, protonautas,
las musas de los ríos
que hornean al pan lejano, naciéndose de la mar
como sus hijas y no hay cloacas seminales
para la sed de ser.
Un poema como éste es como el marco para una defensa del agua, elemento básico de vida. La vida es «voz proteiforme, poesía del hidrato», con la capacidad de mover inclusive la conciencia de poesía:

La poesía sumergida del hidrato,
¡qué dulce larva es para el huevo,
qué plancton, qué eucampia del zodiacus!
Y los peces, que son poetas submarinos,
pioneros navegantes de la estrofa,
serán como antenas flageladas.

En el plasma brutal de los espacios,
jamás se calla el profeta con lumbre cristalina.
Al contrario, se gotea, se aburbuja, se destila.
¡Todo sea por los depósitos de trípoli
y por dar protosomas a los vientos!

[Voz proteiforma, poesía del hidrato]
De la poética del Agua-Vida, se nos pasa a la ecología de la madriguera, de los medios secos y es obvio que existe una metáfora animal con que López alude a «economatos», honestos y originarios, «con leyes naturales» donde no hay «ecología de tinieblas» y sí existe «el deseo de aportar al almacén cooperativo». Este quehacer de «La zorra originaria / La relación pura del ser guiado y dueño del olfato, es lo que garantiza el...

Unico paraíso: el manantial del movimiento,
la lluvia que desata la adaptación
al canto, al desafío, la esperanza
como mito de sobrevivencia.
La función permanente, la realidad,
el ser, transformar la madriguera.
Con esta visión moral para la que utiliza la irónica noción de zorro / símbolo del animal humano que ya no es obrero de la mar, sino el habitante del campo y la montaña, se tiene que aprender de otras sabidurías y astucias, «ecología de espíritu que guardaste con montañas de soles y aguas», «ecología de vida, patria y autosentido». Como ha observado el autor en sus propias 'carlancas' aforísticas, el sentido de zorrería, o sagacidad, que ha sido conferido a los Zorros / Zorras, se relaciona a la doctrina libertaria, a individualidad anarquista, a visiones autogestionarias.

En 1980, surgió en los EE.UU. el movimiento Justicia Medioambiental que, como doctrina, no aspira a lapidar lo espiritual de la precedente ecología Profunda de los '70 sino a enfatizar los aspectos científicos y jurídicos que la fundamentarían, desde que, en 1972, el Club de Roma de los Estados Unidos, pidió unos ciertos controles en el impulso de desarrollismo corporativo e industrial, definiéndolos como límites precausionales («the limits to growth») para no dañar los ecosistemas.

Uno de los primeros textos con que López hizo adscripción a la ecoliteratura fue dedicado a los 34 miembros de la tripulación del buque pesquero «Daigo Fukuryu Maru», quienes fueron expuestos a un escape radioactivo de una prueba de bomba de hidrógeno en el atolón Bikini. La reacción noticiosa internacional a este hecho ocurrida en 1954 es uno de los detonates que avivan la conciencia ecologista. El pensamiento pacifista de López Dzur está estrechamente vinculado con el ecologismo. La guerra, como la carrera por fabricar armas nucleares, es uno de los mayores agentes contaminantes del mundo.

Otro libro en que vemos la esencial continuidad con que López Dzur profesa la Ecología profunda es su Memorias de la contracultura. El estilo de sus cantos contraculturales tiene, además del repudio por las guerras en Vietnam e Indochina, el grito reprobador de Barry Commoner a las pruebas nucleares, a las explosiones demográficas y el consumismo, a las excavaciones petrolíferas en el Canal de Santa Bárbara de California y todo lo que, desde 1969, produjo los documentos básicos de una consciencia ecologista, e.g., el libro Silent Spring, The Population Bomb de Paul R. Ehrlich y el informe de 1972 y The Global 2000 Report to the President que, sin embargo, eran sistemáticamente ignorados. Un texto de López Dzur, escrito en 2001 y que hallé en el blogsite, Autopoiesis de los Sistemas Cognitivos es sobre un funcionario de la Administración Bush, antes del ex-presidente Reagan, y que fue duramente criticado por la 'izquierda ambientalista' cuando fue Secretario del Interior de los EE.UU. y contra su persona se decretaron 25 delitos
de perjurio felónico; obstrucción de la justicia; y de hacer todo el «trabajo sucio» anti-ambiental que Reagan le encomendó como parte de la agenda de los «adictos al petróleo».

La Plegaria de James Galus Watt (éste tiene un habl;ante que reza a Dios en el poema) es una muestra de lo específico se vuelve el discurso ecologista de Lópe Dzur a estas alturas. «Durante esos años, las fuerzas que conspiran contra la salud y la protección de las reservas de recursos naturales tales como agua y aire vencían en los EE.UU., pese a esa primeras leyes de 1970: el «Decreto de Ley sobre Agua Limpia y Aire Limpio», el Decreto Ley sobre Especies en Peligro de Extinción», y la «Ley Nacional de Política Medioambiental», que fueron pioneras; las mismas corporaciones y políticos corruptos se encargarían de ir minando su impacto, su respetabilidad inicial», explica el poeta que sigue pensando en la Tierra como Edén hermoso, serpentino en el sentido de la energía cósmica y regeneradora que contiene en sí y que se puede desatar, a través de ecología profunda, realimentada y recanalizada con políticas de sustentabilidad.

No conozco algo más hermoso, indescriptible,
maravilla accesible, que el movimiento rotatorio
de la Luz Ilimitada... Que, de momento,
entre las penumbras, pueda yo
no adivinarte, sino admirar
que te hagas presente como tal
y que seas volantín de mi dicha
con hebra que me guía
hasta el alcoiris de tu manifestación.

Chiringa hermosa eres y me llevaste
a tu Edén, hicíste el Jardín abajo
y me jalaste a las luces de las rosas,
a la memoria del primer sustento.

[Energía cósmica ]


James G. Watt, U.S. Secretary of Interior, 1981-1983


En el poema sobre el anti-ecologista James Galus Watt, López había extrapolado los conflictos y en boca del ex-Secretario de gabinete hace el recuento de daños y cómo ante Dios Watt los justifica cuando cayó en desgracia en la administración Bush-Cheney:

Contra mi persona decretaron 25 delitos
de perjurio felónico; alegan que yo obstruyo
la justicia; que soy adicto al petróleo
en el café de la tarde, y que no protejo
ni a gatos ni ratones porque soy enemigo
de las focas-leyes y las moscas-especies
en peligros de mi mano-de-extinción.

... Y todo porque mando a tu Arquitecto Hiram
a los aserraderos, quiero el árbol frondoso para hacerte
el Arca en la Alianza de los bosques.

Para que reposes, adorno tu almohada,
decoro tu pared y tu cama, con las piedras preciosas
de las minas, soy en Tu Nombre quien perforo los pozos
y honraré tu energía, quiero que se descubra
el combustible de Tu Aliento y todo lo pusiste
en el subsuelo...

«We will mine more, drill more, cut more timber».
No me importa decir No a quien se oponga.
No me importa conturbar las huestes del socialismo,
sea el que fracasa en la Siberia Roja,
sea el que abrigamos aquí, con mentirosos...
Sí, no expreso rubor si lo digo:
I don't go to Russia, come to America and go
to the Indian reservations.


Pues, sí... Señor del Cielo, si he de cumplir
esta encomienda, que allá en la iglesia
o en ceremoniales, me hagan su poquito
de silencio y de honores.
Las bandas de rock me ensordecen,
me aburren. Tienen cierto elemento indeseable.
¡Sabes cómo me deprimen los maullidos
de los gatos! Sácalos fuera y ni siquiera
los suplantes con palomas...

Llévatelos a todos
se comen sus bigotes en la sartén
del aceite caliente; húndelos en las minas
cuando estalle la pólvora de la industria
con su violenta estampia.

No será jactancia entonces que diga
muertos gatos y perros se acaban
de una vez pulgas y rabias.

Señor, antes que bajes,
comol Redentor, al planeta,
yo te administro abajo, rentaremos al menos 4 millones
de km² de costas, queremos explorar las aguas
de tu manto, y los mineros del carbón
a fin dar festejos, te darán el mejor recibimiento.

La industria quiere que haya gasolina suficiente,
independencia petrolera programada para ese día
en que vengas en gloria y preguntes:
¿Qué hicíste con los recursos que te dí,
cómo has utilizado los mares, las bestias,
los bosques, cuántos ranchos en fin
me fabricaste, en fin, supíste sacar
el lucro del ambiente?

No te dí medio ambiente.
Te dí el Ambiente Entero
y la capa de ozono
y el efecto invernadero.

... porque, al parecer, hay unos cuantos perversos
que van a atajar mi paso, cuando vaya
al Juicio final y Tú vengas, oh mi Señor,
mi guardafango, desdeñador de pancartas
de la National Wildlife Refuges, vendrán
con los hostiles a ambientalistas,
a soltar las alimañas cabilderas
de los Verdes intereses y las especies raras.

[Plegaria de James Galus Watt

poema irónico de Carlos López Dzur]
Es indudable que López Dzur como poeta, narrador y periodista, ha expuesto en su propio simposio las temáticas esenciales sobre ecología, culturas sustentables y ancestrales, crítica de burócratas anti-ambientalistas y se plantea qué es posible hacer desde un capitalismo voraz de la globalización neoliberal, caracterizada por la concentración de la riqueza por unas pocas familias y multinacionales, ante los vicios antinaturales del hiperconsumo y la extracción irracional de bienes naturales. Su respuesta es cónsona con el hecho de que existe una desigualdad en el consumo de recursos.

Y si el afán es contestar quiénes más daño ocasionan al ambiente, considérese que los 20 países más ricos del mundo consumieron en el siglo XX más, «más materia prima y recursos energéticos no renovables, que toda la humanidad a lo largo de su historia y prehistoria».

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Del informe de lectura de Simposio de Tlacuilos


... entre otros valores de la novela, lo novedoso del tratamiento del tema que la sitúa a caballo de diferentes estilos: novela histórica, mitológica, literatura infantil y permeada de lo que hoy día se conoce como la ecoliteratura.

Las imágenes son muy hermosas, la personificación de los animales y el rol que se les da es tierno y muy profundo. La mezcla de tiempos históricos le da un valor universal y atemporal a la novela, lo que es una de sus mayores virtudes...

5 de mayo del 2000
Simposio de Tlacuilos, novela delirante en su estructura, en sus personajes, en el manejo de lenguajes, pertenece a una trilogía, compuesta además por El Sótano y Las máscaras del tabú... Cada página de esta novela constituye un desafío al lector, desafío a la imaginación; desafio a despojarse de toda idea preconcebida, de todo prejuicio para aceptar la invitacion de Pirri (el personaje principal) a participar en este simposio. Hay, al decir de Pirri, para la imaginación y la creación natural un proceso corpuscular, que es su a priori prelógico y vital para lo orgánico y que antecede toda codificación moralizada, institucionalizada y pre-egodistónica, del conocimiento y el comportamiento. De la contratapa de la novela

UNA VISION DE LAS AGUAS DE LA CREACION DESDE LA ESQUIZOGRENIA


Las aguas, origen vital e infinito del hombre, las aguas, se derraman sobre este simposio para abogar por el derecho a la fantasía y al sueño: «Yo me levanté esta mañana con el deseo de evaporarme, vaciar la historia que tragué y vomitar la cultura y quedar vacío, negro, hueco...», «hay que volver a soñar y creer, recrearlo todo, y dejar de hablar en necio».

«Yo soy Energía. Yo soy divino. Yo soy la Mente Química que profetiza contra los esquemas de pedantería científico-burguesa y tiranías académicas de racionalismo. Yo nací de este modo, capaz de oler y chupar, capaz de entrar en mi sangre a voluntad, para dar testimonio de la divinidad de la materia y castigar a los que piensan que la carne es pecado»: Cita de Simposio de Tlacuilos
Este novelista y poeta que publica en el año 2,000 su Simposio defiende la Energía y las Aguas Primordiales, utilizando como hablante un joven que alega que habla desde una mente química, es el autor que en su Soliloquio de Nemoroso compadece al hombre que descompensa el ambiente y después se lamenta de la «mala suerte», actos dizque caprichosos de la Fortuna:

¡Qué desgraciado es el hombre de órbitas excéntricas
a la que la Fortuna nunca le sonríe; qué triste
el hombre que no tiene imagen pura
y tiempo natural donde reconocer
su tarea, labores campiranas con que
se adquiren los secretos
con palabras mágicas
de la Madre-Tierra!

[Frag. 9]

* *

Simposio de Tlacuilos, novela delirante en su estructura, en sus personajes, en el manejo de lenguajes, pertenece a una trilogía, compuesta además por El Sótano y Las máscaras del tabú.

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DE LOS CANTOS A PAN A LA ECOLOGIA Y LA SUSTENTABILIDAD

Carlos López Dzur considera el ecocidio, la tala de árboles, la deforestación de bosques, el envenenamiento de los ríos, la actividad contaminante de los aires por la acticidad industrial, un crimen contra la humanidad, no sólo contra la Naturaleza. Lo que suele llamarse el erotismo de su poesía, muy caracterítico de su poemario Tantralia no es otra cosa que su fascinación con los árboles, huertos, ríos y manantiales, a los que femeniza.

Cuando más quiero callar,
de los árboles sale la golfa más redonda
con su cuerpo de tronco y sus ramajes
y me place besarla en cada hoja
y descubrir las memorias de su clorofila
y ser un poco sol para reverdecerla
hasta que no pueda más con su hermosura.

Por eso, me enamoro de los árboles
y me brotan palabras de sol y lluvia
y busco las raíces por donde el amor
comienza a ser fruto y destino.

*

¡Qué húmeda es la gruta
de esa peña abierta sobre el lecho
y ese ombligo de espesas verdolagas
y las pervincas violetas que le forman orillas!
Es el jardín hundirse bajo el centro
de la cama donde habita en aras de horizonte;
no por otra cosa que sus ríos,
me apasiona su perfume de retama
y sus rojas ovas de ciclamen.

¡Hasta el fin de las noches
me gusta el fondo oscuro que me oculta
y vivir entre sus muslos como ola!
¡Qué bellas son las ninfas de los ríos!

*

Tengo un duende que es su mansa huella
en ciénagas del alba, subterráneo corazón adentro,
que ella hace latir, con sólo su sonrisa,
y esas dos palomas que vuelan de su pecho
cuando yo las rescato de su blusa.
¡No sé ni cómo madrugamos!
¡No sé cuál corazón es mío!
* * *

VISION POETICA DE LA SUSTENTABILIDAD



CONTINUA

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La Naranja/ Movimiento ecologista / El mundo visto desde el Sur / América Latina en Movimiento / Para oir a Alejandro Humboldt / Segunda parte: Nos cayó la macacoa / Estéticas mostrencas y vitales / Alfio / Nemoroso / Tercera parte: Soliloquio de Nemoroso / Poema ecológico: Dáme 6 años para cuidar de ti / Cuentos: Los oscuras sendas del escorpión / Rayos por celo de tu cuerpo / Cuentos
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